Los libros que ya no uses pueden ser aprovechados por otros.
Por Cecilia Sada Garibay, alumna de la Escuela de Comunicación, Universidad Panamericana.
El último día de clases, uno sale de la escuela cargado como mula con todos los libros que utilizó en el ciclo escolar; la mayoría acabarán en la basura, en una caja o, en el peor de los casos, en una fogata donde se buscará quemar todos aquellos horribles momentos que uno pasó estudiando para los exámenes. No todos los libros tienen que sufrir este desagradable fin, pueden destinarse para un mejor propósito.
Existen millones de niños y jóvenes que quieren estudiar pero que no cuentan con el dinero necesario para comprar todos los útiles que necesitan, tú puedes ayudarlos llevando los libros que ya no vayas a utilizar a los centros de acopio los cuales se encuentran ubicados en diversas instituciones, como oficinas de gobierno o escuelas públicas.
También puedes destinar los libros a las bibliotecas públicas que haya en tu localidad o a las escuelas de gobierno, pues suelen tener muy pocos debido al escaso presupuesto; gran cantidad de personas te agradecerán que hagas esto porque, aunque existen los libros de texto gratuitos, la información que uno puede encontrar en ellos es muy limitada y, luego, a los estudiantes les cuesta mucho trabajo encontrar material para poder hacer su tarea.
No tienes que regalar todos los libros, algunos puedes venderlos a estudiantes de tu misma escuela y así manera ganar algo de dinero que a la vez puedes destinar a comprar otros útiles que necesites.
Si en tu escuela no existe un mercado de libros usados, tú puedes iniciarlo, es muy fácil. Lo primero que tienes que hacer es hablar con los directores y plantearles la idea junto con los beneficios que puede tener, si la aceptan, es necesario que realices una lista con los precios a los que se venderían los libros y que establezcas un día para el evento de manera que los padres o los estudiantes se reúnan y puedan conseguir los libros que necesitan a un precio más bajo.
Con la organización de este evento lo más probable es que no ganes mucho dinero, pero habrás ayudado a muchas familias para las cuales es muy difícil poder comprar todos los libros que las escuelas exigen.
Incluso, hay algunos libros que puedes guardar en tu casa si tienes hermanos pequeños o dárselos a tus familiares para que los usen sus hijos en el futuro. Así, les ahorrarás un gasto que seguramente te agradecerán.
Ayudar no es difícil, hay muchas acciones sencillas que uno puede realizar para mejorar la condición de vida de las personas. Regalar los libros que uno no usa es muy sencillo y este hecho que parece tan simple, puede ser lo que permita a un niño de bajos recursos continuar en la escuela y recibir una preparación adecuada que le permita llevar una vida digna en el futuro.
Tomado de: Encuentra.com
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