Oración de los indios Siux

Esta sección pretende dedicar un espacio a la oración. No necesariamente enfocado a las oraciones tradicionales que se nos han enseñado durante todos nuestros años de formación como cristianos. Oración es más que rezo, más que un acto mecánico e inflexible. Orar es conversar, exponer, comunicarnos con Dios de la manera más directa, sin formalidades, despojados de todo, vistiendo únicamente lo que somos.

Para orar no hay que estar académicamente formado, ni tener mayor preparación que la interior, la disposición de hablar con Dios durante un momento de soledad, caminando en la calle, haciendo nuestros quehaceres o simplemente respirando.

Compartimos con ustedes esta oración que los Indígenas norteamericanos de la tribu Siux, de Dakota dedicaban al Todopoderoso. ¿A cuál oración se parece?

Gran Espíritu,
cuya voz presiento en los vientos,
cuyo aliento da vida al mundo entero,
¡escúchame!
Me presento ante tu rostro
como uno de tus muchos hijos;
mira soy pequeño y débil;
necesito tu fuerza y tu sabiduría...
Hazme sabio para poder reconocer las cosas
que tú has enseñado a mi pueblo,
las enseñanzas que tú en cada hoja
y en cada roca has escondido.
Deseo tu fuerza,
no para elevarme sobre mis hermanos,
sino para poder luchar contra mi mayor enemigo:
yo mismo.

Oración de los indios Sioux
(W. Lindenberg)